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Lata de galletas vintage de Biscuit Parein con imágenes del cuento de hadas "Pulgarcito"
SKU: BT-3436-21Lata de galletas vintage de Biscuit Parein con imágenes del cuento de hadas "Pulgarcito".
- Fabricante: Parein
- Fecha de fabricación: 1950
Descripción
Lata de galletas vintage de la marca belga Biscuit Parein equipada con tapa abatible. La decoración de esta lata consiste en un fondo amarillo con varias imágenes tanto en la tapa como en los lados del famoso cuento de hadas "Pulgarcito".
Los dibujos fueron realizados por J. Kerckhove en 1948. En el borde del reverso de la lata dice: Schuybroek Hoboken Anvers. El fondo y el interior son de color dorado. Además, la parte inferior está marcada en relieve con: "Parein".
Condición
Esta lata está en estado vintage / brocante y tiene una hermosa pátina. Múltiples rastros de uso y rastros de desgaste relacionados con la edad. Las fotos son parte de la descripción.
Tamaño
- Altura: 6 cm.
- Longitud: 25,5 cm.
- Ancho: 16,5 cm.
Parein
En Amberes, el comerciante de granos Eduard Parein se especializó en la importación de harina de los EE. UU. Justo después de la Guerra Civil estadounidense. El antepasado Parein pronto se convirtió en el mayor comerciante de flores local. También es Eduard Parein quien adquiere la fábrica de galletas Cordemans en 1890. La marca Cordemans desaparece y es sustituida en 1895 por la marca Parein. En 1965 se produjo una fusión entre Biscuit Parein y Biscuit De Beukelaer, General Biscuits.
Pulgarcito era un niño que había nacido tan pequeño como un dedo meñique. Era el menor de los 7 hijos de un leñador y su mujer, tan pobres que se vieron obligados a abandonar a sus hijos en el bosque. Llegado el momento, Pulgarcito, que había oído el plan de sus padres, fue dejando caer piedras blancas por el camino y así, él y sus hermanos, pudieron volver a su casa justo cuando un golpe de suerte había mejorado la economía de sus padres. Esta racha de buena suerte duró poco y los padres de Pulgarcito se vieron obligados a abandonar una vez más a sus hijos. Esta vez Pulgarcito fue arrojando migas de pan en lugar de piedras pero los pájaros se las comieron y no fue capaz de encontrar el camino, así que se vieron obligados a dar vueltas por el bosque hasta llegar a una casa que resultó ser la de un ogro, aficionado a comer niños, que vivía con su mujer y sus siete hijas. El ogro, al descubrir a los niños, quiso comérselos, pero la mujer le convenció para alojarlos y así guardarlos para cuando escasease la comida. Pulgarcito aprovechó la noche para cambiar su gorro y el de sus hermanos por las coronas de las hijas del ogro y así fueron éstas las que, mientras dormían, murieron a manos de su propio padre a la mañana siguiente. Así Pulgarcito y sus hermanos pudieron huir. Cuando el ogro advirtió lo que había sucedido persiguió a los niños calzando sus botas de siete leguas, llamadas así porque esa era la distancia que le permitían abarcar con cada zancada. El ogro buscó a los niños durante tanto rato que acabó agotado y se echó a dormir sin saber que Pulgarcito lo vigilaba. Éste le robó las botas y las usó para llegar hasta el palacio del rey y ponerse a su servicio como mensajero, lo que le hizo enriquecerse de tal modo que ni él ni su familia volvieron a pasar hambre.
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