📝 "Mercadillo el día del rey" (Blog)

"Búsqueda del tesoro e historias: El encanto del mercado de pulgas del Día del Rey en los Países Bajos"

Mercado de pulgas:
En la madrugada del Día del Rey, los Países Bajos despiertan con una emoción que solo es palpable en este día. Las calles se transforman en un patchwork de mantas, repletas de los tesoros de ayer. Es el mercado de pulgas, una tradición impregnada del espíritu de compartir, sostenibilidad y convivencia.

A lo largo de las calles empedradas, los adultos se paran con una mirada de determinación, exhibiendo artículos del hogar como si fueran piezas de museo. A su lado, los niños están orgullosos de promocionar sus viejos juguetes como si fueran el último descubrimiento. Así comienza el espectáculo del mercado de pulgas, donde cada puesto, cada manta, tiene su propia historia que contar.

Es más que un mercado; es un vivo cuadro de historias, encuentros y revalorización de lo aparentemente insignificante. Libros viejos con páginas dobladas, un molinillo de café antiguo que ha impregnado sus aromas en muchas tazas, ropa que alguna vez formó parte de una ocasión especial: cada objeto lleva consigo una historia.

En este mundo de color y actividad, emerge una comunidad especial. Los vecinos pasean por los puestos, disfrutando de encuentros espontáneos y negociando con una sonrisa. El mercado de pulgas es un día en el que las calles se convierten en un lugar donde todos son iguales, donde el valor no se mide en dinero, sino en la alegría de compartir y reutilizar.

La sostenibilidad es el mantra del día. Lo que se vuelve innecesario para uno encuentra una nueva vida en otro lugar. Es una celebración de la simplicidad y un recordatorio de que no tenemos que comprar todo nuevo. Las calles se salvan del desperdicio innecesario, y lo que no encuentra un nuevo dueño se elimina de manera responsable después.

Así que, en medio de mantas coloridas y el llamado de las negociaciones, se despliega la magia del mercado de pulgas en el Día del Rey. No es solo un día de comercio, sino de descubrimientos, encuentros y redescubrimiento del valor en lo que otros ya no necesitan. Una celebración de convivencia, sostenibilidad y tradición neerlandesa: el mercado de pulgas en el Día del Rey es una historia viva que se reescribe cada año.

Consejos para un mercado de pulgas exitoso:

• Levantarse temprano: Comienza tu día temprano para encontrar los mejores hallazgos.
• Negociar con una sonrisa: La negociación es parte de la experiencia, pero hazlo siempre con respeto y una sonrisa.
• Explorar con una mente abierta: A veces, los tesoros están en lugares inesperados. ¡Sé curioso y descúbrelos!

Un mercado de pulgas es una ocasión festiva donde las personas pueden vender sus bienes en la calle sin necesidad de un permiso, con algunas reglas que pueden variar según el municipio. En los Países Bajos, es una tradición que en el Día del Rey, muchas ciudades se llenen de estos mercados de pulgas.

En estos días especiales, los adultos a menudo ofrecen sus artículos del hogar no utilizados, mientras que los niños venden sus viejos juguetes. Se trata principalmente del placer de comprar y vender, y de evitar que algo valioso se tire. Lo que no se vende al final del día a veces termina en los contenedores de basura ya preparados.

El Día del Rey, anteriormente conocido como Día de la Princesa (1885-1890) y Día de la Reina (1891-2013), es un día festivo nacional en el Reino de los Países Bajos en honor al jefe de estado. Para la mayoría de los trabajadores en todo el reino, es un día libre, durante el cual se llevan a cabo diversas festividades, incluyendo mercados de pulgas, festivales y el uso de ropa naranja. Desde 1980, cuando Beatrix se convirtió en reina, en este día, el rey y/o la reina visitan ceremoniosamente uno o más municipios del país.

Desde la Reina Wilhelmina (1891) hasta la Reina Beatrix (2013), el día se llamaba Día de la Reina. Durante el reinado de Wilhelmina, se celebraba el 31 de agosto, su cumpleaños. Cuando su hija ascendió al trono, la celebración se trasladó a su cumpleaños a partir de 1949, el 30 de abril. Desde 2014, el día se llama Día del Rey y cae el 27 de abril.